A través de un comunicado, la Universidad Internacional de Comunicaciones reiteró su firme llamado a la paz y el respeto ilimitado a la voluntad popular expresada en el voto y su rechazo a los actos terroristas.
“En total apego al espíritu de nuestra Constitución nacional, rechazamos categóricamente los actos de terrorismo, vandalismo y la agenda de violencia y odio extremistas llevados a cabo por grupos neofascistas que utilizan las nuevas tecnologías de la información, los medios de comunicación y diversas plataformas. Redes sociales, premeditación, alevosía y con nocturnidad, intento de golpe de Estado”, señala la institución en parte del documento firmado por la junta directiva de la casa de estudios y el Consejo Académico Internacional revisado por AVN.
Asimismo, rechazan que este plan de la extrema derecha “busque socavar el estado de derecho y la justicia en el país, así como violar la paz y la tranquilidad del pueblo venezolano. Y el objetivo final era presentarnos ante el mundo”. como Estado fallido, para expresar nuestras diferencias con compasión e incapaces de gobernarse a sí mismos”, se lee en el texto.
La Casa de Estudios destaca que “sólo con soberanía estratégica y prudencia geopolítica, creatividad, acción inspirada, unión y paz podremos alcanzar el gran destino que necesitamos y merecemos”.
“El mundo hoy se despliega en un nuevo y desafiante orden policéntrico y pluripolar en cuyo horizonte Venezuela hoy tiene una posición de liderazgo que nos permitirá abrir grandes caminos hacia un nuevo modelo de desarrollo endógeno con brillantes oportunidades en materia educativa y material y espiritual. bienestar. Ser para y por todos”, enfatiza el documento.
A continuación se muestra el texto completo del comunicado:
“Por la paz y el gran destino de Venezuela que nos merecemos
La Universidad Internacional de las Comunicaciones felicita al heroico pueblo venezolano por su histórica participación cívica en el proceso electoral celebrado el pasado 28 de julio en el que Nicolás Maduro Moros fue reelegido para un nuevo mandato como Presidente Constitucional de la República Bolivariana de Venezuela. En este contexto expresamos nuestro fuerte e inequívoco llamado a la paz, así como nuestro respeto ilimitado a la voluntad popular de nuestro pueblo.
Con total adhesión al espíritu de nuestra constitución nacional, rechazamos categóricamente los actos de terrorismo, vandalismo y agenda extremista de violencia y odio llevados a cabo por un grupo neofascista que utiliza nuevas tecnologías de la información, medios de comunicación y diversas plataformas sociales. La red, con premeditación, traición y sigilo, intentó un golpe de estado.
La campaña de desestabilización imperialista buscó inducir una prueba de guerra sin restricciones que buscaba manipular la imaginación colectiva para distorsionar las percepciones, emociones y mundos de vida de sectores minoritarios de la población venezolana.
Las operaciones terroristas, las operaciones psicológicas y las campañas de guerra constituyen complejas operaciones de guerra no convencionales destinadas a debilitar la capacidad de razonar y de responder racionalmente, especialmente entre los jóvenes.
Intentaron restaurar sus utopías libertarias, comprando mercenarios y elementos del crimen organizado con fondos ficticios para convencer a algunos de atacar la democracia, las instituciones públicas, la educación y los centros de salud.
Su plan era destruir el Estado de derecho y la justicia en el país y violar la paz y la tranquilidad del pueblo venezolano. Y el objetivo final era presentarnos ante el mundo como un Estado fallido, incapaz de promover empáticamente nuestras diferencias y gobernarnos a nosotros mismos.
Como institución de educación universitaria internacional y de la mano del gobierno Bolivariano bajo el liderazgo de nuestro reelecto Presidente Nicolás Maduro Moros, avanzaremos cada vez más hacia la construcción de una sociedad cada vez más justa y pacífica y evaluaremos los pasos dados por la Ciudadanía. Unión como policía militar para frustrar oscuros intereses extranjeros en un conflicto fratricida.
Los venezolanos somos un pueblo noble y amoroso, sabio y paciente y, sobre todo, acostumbrado a crecer ante los problemas más grandes y graves. Por eso, una vez más vencemos el odio con el amor; brutalidad con inteligencia; Y el intervencionista dominante con oscuridad, elegancia, discreción y sabiduría.
Nuestro pueblo ha derrotado una campaña bien planificada y sin precedentes para derrocar al poder popular y al gobierno recién elegido. Somos víctimas de una guerra de sexta generación que busca violar nuestra soberanía nacional, manifestando las dimensiones de guerra cibernética, guerra diplomática, guerra mediática, guerra psicológica, guerra ideológico-política, guerra cultural, guerra cognitiva, guerra civil y guerra simbólica. -guerra espiritual.
Sólo a través de la soberanía estratégica y la perspicacia geopolítica, la creatividad, la acción inspirada, la unión y la paz podremos lograr el gran destino que necesitamos y merecemos.
El mundo hoy se despliega en un nuevo y desafiante orden policéntrico y pluripolar en cuyo horizonte Venezuela tiene hoy un lugar protagónico que nos permitirá abrir grandes caminos hacia un nuevo modelo de desarrollo endógeno con brillantes oportunidades de educación y bienestar material y espiritual. -ser. para todo el mundo “.