En respuesta a las manifestaciones globales convocadas por la oposición, el chavismo marchó este sábado en apoyo al presidente Nicolás Maduro en el centro de Caracas y desde Miraflores.
Caracas. Los más fervientes seguidores del chavismo vitorearon este sábado al presidente Nicolás Maduro. Se han hecho preguntas dentro y fuera de Venezuela El 28 de julio el Consejo Nacional Electoral (CNE) lo declaró ganador de las elecciones presidenciales sin mostrar datos que sustentaran la declaración verbal.
“Nada más que dos ochos. La gente votó para que Nicholas continuara y Nicholas debe continuar”, dijo. Crónica. Uno Ciro Dávila de Caracas, quien se reunió con cientos de seguidores del chavismo en la Avenida Libertador de Caracas.
Para este chavista de 64 años, los motivos de la permanencia de Maduro en el poder, que controla desde 2013, son muchos. Especialmente su política hacia los pensionados, que reciben menos de 150 dólares mensuales tras algunas bonificaciones, cantidad que no cubre la canasta alimentaria del país.
“Sí”, dijo sobre la reducción del importe de la pensión. “Pero antes de que pagaran la pensión, mi mamá cotizó y murió sin pagar un solo pago”, agregó Dávila.
El hombre también jugó un papel en el exilio de Venezuela, que Naciones Unidas estima en unos 7 millones de personas, aunque uno de sus hijos abandonó el país para escapar de la crisis.
“Se dejó engañar, porque en Venezuela lo tenía todo”, dijo Dávila sobre el menor de sus cinco hijos, que dejó Venezuela hace un año para perseguir el llamado “sueño americano”.
gracias marzo
Cerca de Dávila, el barquisimetano Yosibar Bracamonte bailó al ritmo de diversos instrumentos musicales mezclados en concentración. Era una de las pocas personas que no parecía consumida por la indiferencia y no podía dejar de sonreírle a su pareja, otra mujer a la que no le gustaba declarar.
Llevaba una camiseta que decía “Mi polla ganó” en referencia a Maduro, quien se hacía llamar “El Gallo Pinto” mientras hacía campaña para la presidencia.
“Estoy en esta marcha con gratitud”, dijo Bracamonte. Crónica. Uno. “¿Crees que te ayudan en todos los asuntos médicos?” La mujer de 28 años agregó antes de explicar que la capital venezolana paga el raro tratamiento de su hijo.
Al igual que Dávila, Bracamonte dijo que confiaba en que Maduro había ganado legalmente el 28 de julio contra Edmundo González, el candidato de la oposición que era el favorito según todas las encuestas tradicionales.
“Eso es mentira.” Llamó a la mayoría de la oposición a rechazar las acusaciones de fraude, que el mismo día marcharon por todo el país y en cientos de ciudades de todo el mundo para exigir que se diga la “verdad” sobre las elecciones.
Para Bracamont, Maduro es “el presidente de la paz”. Uno que consideró que el gobierno chavista ha estado defendiendo en las últimas semanas mediante la detención de manifestantes y líderes políticos.
En Miraflores con Maduro
Horas después de escuchar cánticos a favor del gobierno mientras se ponía el sol abrasador, Dávila y Bracamonte marcharon con cientos de otros partidarios de Maduro hasta el Palacio de Miraflores, donde se reunieron con el presidente.
En la sede ejecutiva, Maduro se mostró satisfecho con la marcha, a la que calificó como “contra el fascismo”. Y formuló acusaciones contra González y la líder de la oposición María Corina Machado, a quienes habitualmente menospreciaba con epítetos como “diablo” o “monstruo”.
“Están preparando su salida del país (…), dice que ganó, pero definitivamente fue un boleto a la cueva”, dijo Maduro sobre González y ahora, frente a miles de simpatizantes que aplaudieron sus palabras.
“Sigamos ganando como hemos ganado hoy, curemos a los que odian, curémoslos”, añadió el gobernante.
A pesar de lo que se considera una victoria, Maduro y su gobierno enfrentan presiones dentro y fuera de Venezuela. Así lo demostraron los miles que salieron a las calles este sábado para reafirmar su creencia de que hubo un fraude electoral “masivo” en Venezuela, lo que el núcleo duro del chavismo niega.
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