El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, anunció este martes una “ruptura” de relaciones con el embajador estadounidense, Ken Salazar, tras las críticas del diplomático a las polémicas reformas judiciales impulsadas por el gobierno.
“Mientras sigan con esa política, hay una ruptura con la embajada”, dijo López Obrador en su sesión informativa matutina desde el Palacio Nacional en Ciudad de México.
El presidente, que se ha mostrado muy severo con Salazar por sus recientes declaraciones, aclaró a la prensa que el 'enfrentamiento' era exclusivamente con la embajada estadounidense, no con el Departamento de Estado.
“La relación continúa, pero espero que por su parte haya un reconocimiento de que van a respetar la independencia de México”, dijo.
La semana pasada, Salazar dijo que el plan del ejecutivo “representa un riesgo importante para el funcionamiento de la democracia” en México. “Cualquier reforma judicial debe tener salvaguardias que aseguren que el poder judicial sea fuerte y no esté sujeto a la corrupción de la política”, añadió.
Ante una acalorada respuesta de López Obrador, que habló de “injerencias inaceptables”, el embajador estadounidense bajó el tono, optó por el diálogo y destacó la “relación sin precedentes, de socios e iguales” entre ambos países.
Sin embargo, López Obrador reprendió al diplomático por dar su opinión sobre “males” en un país extranjero. En ese sentido, también criticó al embajador de Canadá en México, Graeme C. Clarke, quien mencionó la reforma judicial el mismo día que Salazar.
Una “coincidencia” que fue condenada por el jefe de Estado. “Al mismo tiempo que lo hacen los canadienses, es una vergüenza para todos los demás (…) parece ser un Estado preocupado”, lamentó.
López Obrador también anunció una “ruptura” con la embajada de Canadá. “Tienen que aprender a respetar la soberanía de México”, dijo.