La Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) condenó este miércoles la escalada de represión en Venezuela tras las elecciones presidenciales del 28 de julio, que ha sido cuestionada por gran parte de la comunidad internacional.
La Presidenta de la CIDH, Roberta Clark, presentó un informe sobre la situación de derechos humanos en el Caribe ante el Consejo Permanente de la Organización de Estados Americanos (OEA) celebrado en Washington.
La reunión fue convocada a solicitud de Argentina, Canadá, Chile, Costa Rica, Estados Unidos, Ecuador, Guatemala, Panamá, Paraguay, Perú, República Dominicana y Uruguay.
Clark denunció en el informe, que no fue elaborado sobre el terreno, la represión ocurrida tras las elecciones presidenciales, en las que Nicolás Maduro fue declarado ganador por las autoridades electorales, “reflejando los patrones ya observados por la CIDH en las protestas de 2014”. “Y 2017».
La CIDH dijo haber observado “uso arbitrario de la fuerza” que dejó al menos 23 muertos y decenas de heridos, así como detenciones arbitrarias y desapariciones forzadas, incluida la detención de más de 1.600 personas, entre ellas un centenar de menores.
“Hostigamiento, censura y restricciones a la libertad de expresión, asociación y reunión contra personas percibidas como adversarias”, añadió el abogado barbadense.
Luego de la presentación del informe intervinieron los países convocantes de la reunión.
El resto de países, como Brasil, México y Colombia, que han adoptado una postura más conciliadora con Caracas, han decidido no dialogar.
“Estas graves acusaciones no pueden ser ignoradas por la comunidad internacional”, dijo Raúl Florentin, embajador de Paraguay ante la OEA, en esa sesión de discurso abierto.
La representante costarricense, Milagro Martínez, abogó por el liderazgo de todos los partidos a favor de un “proceso de transferencia justo y de buena fe” en Venezuela; Mientras que el embajador de Perú, José Luis Sardón, lamentó que “todo ha salido mal” en el país caribeño.
Por su parte, el embajador estadounidense Frank Mora dijo que el gobierno de Maduro y sus representantes “mantienen un clima de miedo” que “pasó” después del 28 de julio.
“Estados Unidos se solidariza con el pueblo venezolano que expresa su deseo de cambio y retorno al régimen democrático”, dijo, condenando “un panorama escalofriante de los derechos humanos”.
“El régimen está sembrando las semillas del terror para silenciar a los ciudadanos y mantenerse en el poder”, añadió Mora.
El secretario general de la OEA, Luis Almagro, reiteró su solicitud a la Corte Penal Internacional (CPI) de acusaciones y órdenes de aprehensión contra los “principales responsables” del gobierno venezolano, incluido Maduro.
“El camino de la justicia internacional es un camino en el que insistiremos”, advirtió.
Hace dos semanas, el Consejo Permanente de la OEA aprobó por unanimidad una resolución exigiendo que las autoridades venezolanas publiquen “rápidamente” las actas de las elecciones.
Venezuela no forma parte de la OEA desde que su gobierno decidió retirarse de la organización en 2017 por lo que consideraba una injerencia en los asuntos internos del organismo con sede en Washington. Su salida se hace efectiva en 2019.