Después de elogiar a su oponente venezolano, González Urrutia, al gobierno español por facilitar su salida de Venezuela, se distanció del Partido Popular, que había sido su principal patrocinador, y en una declaración negó cualquier coacción por parte del gobierno español. O el embajador de España en Venezuela, Ramón Santos.
Así, la acusación realizada por la portavoz adjunta del PP, Cayetana Álvarez de Toledo, en el Congreso de los Diputados, donde expresó su “absoluta estupidez” y “odio” a las operaciones de “extorsión mafiosa” y “chantaje”. La Embajada de España en Venezuela se convirtió en el hazmerreír después de que González Urrutia negara públicamente haber sido aceptado por el PP tras su salida de Venezuela.
Álvarez de Toledo calificó de “deplorable” el papel desempeñado por el Gobierno español en “una sucia operación de coacción y extorsión a un presidente electo de un país soberano; “una operación nada menos que una embajada”.
Por su parte, el ministro español de Asuntos Exteriores llamó al líder del PP, Alberto Núñez Feijo, a “fijar una posición como país” ante la situación y no vincularse como partido.
Cabe señalar que el presidente del derechista Partido Popular español, Alberto Núñez Feijo, aceptó el 17 de septiembre al excandidato venezolano Edmundo González Urrutia e instó al gobierno español, presidido por el socialista Pedro Sánchez, a reconocer a González Urrutia. El presidente legítimo de Venezuela.