El embajador Alexander Yánez aseguró ante el Consejo de Derechos Humanos de la ONU que las protestas registradas después del 28 de julio “no fueron pacíficas”. Dijo que se mostraron “pruebas” a otros países, a ONG y a la Oficina del Alto Comisionado para los Derechos Humanos, quienes fueron acusados de “ignorar” las acusaciones.
El gobierno de Nicolás Maduro criticó este viernes 20 de septiembre el “flujo incierto” del Consejo de Derechos Humanos de la ONU tras la publicación del quinto informe de su misión de investigación a Venezuela.
Desde la 57 asamblea del Consejo, el embajador de Venezuela ante el sistema de la ONU, Alexandre Yánez Deleuze, afirmó que el reciente informe contra el país es “una monstruosidad, una piratería maliciosa” para asegurar que el Consejo es un “instrumento de coerción y chantaje de algunos países”.
En la presentación de su informe, la Misión Especial condenó la ocurrencia de crímenes de lesa humanidad de persecución, especialmente por la variedad y gravedad de las graves violaciones registradas entre septiembre de 2023 y agosto de 2024 tras las elecciones presidenciales del 28 de julio.
Se aplica “como parte de un plan de avance y bajo diversos métodos de represión para silenciar y aplastar a la oposición”, lo que significa que las víctimas y el pueblo en general “se sienten impotentes” en un momento en que la independencia del poder se reduce gradualmente.
Según el embajador, en un mensaje transcrito por el Ministerio de Asuntos Exteriores, la “revolución bolivariana” ha sido “atacada sistemáticamente” mediante intentos de asesinato, conspiraciones y medidas coercitivas unilaterales. “Todas estas denuncias han sido ignoradas o ignoradas por los funcionarios de este sistema”, lamentó.
“El irrespeto presentado por la misión ilegal busca convertir en víctimas del fascismo y la extrema derecha venezolana, ignorando las acciones de los llamados “comandantes terroristas” que mataron a 27 venezolanos y dañaron la salud, la educación y las prestaciones sociales. La seguridad, que es un Ataque directo a los derechos fundamentales de los ciudadanos”, afirmó.
Denunció la existencia de una nueva epidemia a causa del “fascismo y el nazismo”, que atribuyó a la oposición estadounidense y venezolana. “Necesitamos tomar medidas inmediatas contra esto. “No podemos tolerar ni permitir la complicidad con fascistas internos y externos”, instó.
El embajador insistió ante el Consejo de la ONU en que las protestas registradas después del 28 de julio “no fueron pacíficas”. Dijo que se mostraron “pruebas” a otros países, a ONG y a la Oficina del Alto Comisionado para los Derechos Humanos, quienes fueron acusados de “ignorar” las acusaciones.
Agregó que el proceso electoral fue “exitoso” y que “la reelección del Presidente Maduro, como nos legó el Presidente Chávez, es el camino de la verdad, la justicia y sobre todo la victoria”.
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