Las autoridades de Carolina del Norte están en alerta tras la aparición de pequeños dragones azules venenosos en sus playas y han advertido a sus ciudadanos que eviten el contacto con ellos.
Este sería el segundo ataque de estas peligrosas criaturas marinas tras su aparición en la costa de Texas durante la reciente primavera.
El Servicio de Parques Nacionales difundió la noticia a través de su red social donde informó que se trata de una “babosa de mar venenosa que vive en mar abierto y en ocasiones queda varada en tierra firme por los fuertes vientos”.
En este sentido, la agencia gubernamental aconseja observar a los pequeños dragones desde la distancia sin tocarlos, ya que puede ser extremadamente peligroso.
¿Qué tan peligroso es?
A pesar de su pequeño tamaño, que no supera los tres centímetros, el dragón marino azul puede ser peligroso para los humanos, según La Nación.
Según el Servicio de Parques Nacionales de Estados Unidos, estas babosas marinas se alimentan de la carabela portuguesa, un hidrozoo altamente venenoso que puede provocar dolores intensos, dificultad respiratoria y paro cardíaco en sus víctimas con un solo mordisco.
En ese contexto, este pequeño dragón, de nombre científico Glaucus atlanticus, almacena este veneno en la punta de su cresta, que es el nombre de sus apéndices a ambos lados de su cuerpo, para defenderse.
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“Concentran ese veneno y producen un aguijón aún más fuerte”, advirtió la agencia en su publicación.
Los síntomas de una mordedura de este animal pueden ser náuseas, dolor intenso, alergias, vómitos e irritación. El servicio aconsejó no acercarse a ellos ni intentar tocarlos.
“Si ves una de estas bellezas azules, admírala desde una distancia segura y mantente atento a cualquier cosa que esté cerca. Los dragones marinos azules pueden viajar en grupos conocidos como “flotas azules”. “Si se descubren vivos o muertos, siguen siendo tóxicos”, dijeron.